Ir al contenido principal

CERRAR LOS OJOS NO SIRVE DE NADA EXISTIMOS Y NO SOMOS EGOÍSTAS NI INSOLIDARIOS: ESTAMOS GRAVEMENTE ENFERMOS

Soy médico y padezco una Sensibilidad Química Múltiple (SQM) desde hace casi 13 años por un vertido de gasoil en mi centro de trabajo. Hasta aquel momento sabía muy poco de esta enfermedad, lo mismo que le ocurre a muchos compañeros médicos hoy, que saben muy poco de ella o sus conocimientos son erróneos y sesgados, al igual que los de la población general.

 

Pero la SQM te cambia la vida porque una vez adquirida desarrollas una intolerancia a productos químicos diversos, estructuralmente no relacionados entre sí y con cada exposición a productos cotidianos (que tolerabas previamente) como colonias, perfumes, desodorantes, cosméticos, detergentes, suavizantes, ambientadores productos de limpieza, desinfectantes y un largo etc. aparecen síntomas que afectan a todos los órganos y sistemas del cuerpo.

 

Cómo a día de hoy no existe tratamiento y durante la evolución de la enfermedad nos vamos sensibilizando cada vez a más productos químicos e incluso a fármacos y alimentos, lo único que podemos hacer es EVITAR LAS EXPOSICIONES.

 

Lo hacemos mediante el   CONTROL AMBIENTAL, entendido como un conjunto de conductas encaminadas a evitar o minimizar esa exposición, controlando aire, agua, alimentos y productos que se aplican sobre la piel.

 

Para ello utilizamos purificadores de aire, depuradoras de agua, decloradores de ducha y mascarillas de alta protección, imprescindibles para "mantener a raya" (aunque no siempre lo consigamos) nuestra enfermedad y cuyo coste, ASUMIMOS ÍNTEGRAMENTE, sin obtener un mísero euro de ayuda de la Seguridad Social, la misma que financia productos necesarios para otras enfermedades, la misma que se supone universal e igual para todos.

 

¿IGUAL PARA TODOS O SOLO PARA ALGUNOS?

 

Cuando cualquier persona se encuentra mal,  acude a su médico de cabecera en el centro de salud o al servicio de urgencias de su hospital de referencia porque sabe que va a curarse o mejorar.

Los enfermos de SQM evitamos ir por muy mal que estemos porque sabemos que nuestra SQM se va a AGRAVAR en estos centros asistenciales porque están llenos de los mismos productos químicos que debemos evitar.

 

Cuando llegamos a un hospital se debe aplicar un PROTOCOLO específico para atendernos que evite la presencia de productos químicos pero, pocas Comunidades Autónomas disponen de él y en las que lo tienen, muchos de sus médicos lo desconocen.

 

Nadie podría entender que en un hospital se inyectase o se diese penicilina a un alérgico a ella, sin embargo a los enfermos de SQM, enfermedad por la que se desarrolla una intolerancia a los productos químicos, se nos pone en contacto con ellos sin importar las consecuencias.

 

Nuestra calidad de vida se reduce drásticamente no solo a nivel personal, sino social e incluso laboral, produciéndose importantes recaídas que a veces precisan atención hospitalaria pese a lo cual, se nos envía reiteradamente a trabajar aunque cada vez que pisamos el trabajo acabemos en urgencias (a veces con cuadros muy graves), aún así, se nos niegan las incapacidades aunque la enfermedad avance y ya no podamos trabajar, lo que hace que muchos enfermos (la mayoría mujeres en las que la enfermedad es más frecuente por su mayor porcentaje de grasa corporal en la que se acumulan los productos tóxicos), terminen en una situación de pobreza extrema , exclusión social y vulnerabilidad, teniendo que recurrir a ONGs cómo Cáritas o Cruz Roja para sobrevivir.

 

No piensen que conseguir un grado de dependencia o discapacidad es posible porque se aplican baremos en los que nuestra enfermedad tampoco se tiene en cuenta.

 

Créanme si les digo que si conocieran la realidad de la SQM sentirían vergüenza de vivir en un País que tiene dinero para los políticos y para gastos superfluos e innecesarios, pero no para cubrir las necesidades más elementales de enfermos, que en no pocos casos y ante el abandono total al que se ven sometidos, deciden poner fin a su vida.

 

Y en estas circunstancias de enfermos INVISIBLES PARA LA SANIDAD PÚBLICA sin protocolos, sin unidades de atención especializada, sin médicos formados que conozcan la enfermedad, ABANDONADOS a su suerte, surgió la pandemia por covid-19.

 

Desde antes del inicio del estado de alarma, los enfermos de SQM estábamos sin mascarillas de alta protección ,que era imposible encontrar en el mercado desde el mes de enero.

 

Durante el estado de alarma vimos como nuestra SQM se agravaba por el uso de desinfectantes como la lejía u otros biocidas de riesgo. Pedimos el uso de PERÓXIDO DE HIDRÓGENO (AGUA OXIGENADA), al Presidente del Gobierno y al Ministerio de Sanidad ya que era un excelente virucida aprobado por éste, pero no se nos escuchó.

 

Las autoridades sanitarias emitieron recomendaciones para colectivos de riesgo y para diversas enfermedades crónicas, pero la nuestra no se incluyó a pesar de ser POBLACIÓN DE RIESGO por la propia infección por coronavirus, por no tolerar los productos usados en la desinfección y por no tolerar los medicamentos necesarios para su tratamiento.

 

Y ahora, finalizado el estado de alarma, en Galicia se prohíbe el uso de MASCARILLAS CON VÁLVULA EXHALATORIA y desde todo el País (Ministerio de Sanidad incluido), tenemos que escuchar que se nos llame INSOLIDARIOS Y EGOÍSTAS POR UTILIZARLAS.

 

Sí, son las que usamos, con filtro de carbón activo y con valvula exhalatoria, y no, no podemos usar otras porque no las toleramos y las usamos no temporalmente, sino LOS 365 DÍAS DEL AÑO EL RESTO DE NUESTRA VIDA.

 

Y no podemos entender por qué razón hay EXCEPCIONES al uso de la MASCARILLA QUIRÚRGICA (enfermos respiratorios, discapacitados, dependientes e incluso mientras se hace deporte), pero no se puede hacer UNA ÚNICA EXCEPCIÓN AL USO DE MASCARILLAS CON VÁLVULA EXHALATORIA (LOS ENFERMOS DE SQM).

 

Llegados a este punto, si de verdad nos siguen considerando egoístas e insolidarios, yo "tiraré la toalla"y simplemente les diré que si aún creen que no estamos suficientemente ABANDONADOS POR EL SISTEMA SANITARIO DE ESTE PAÍS, vuelvan a crear cámaras de gas y envíennos allí, pero no nos sigan ignorando porque MAÑANA DETRÁS DE LA MASCARILLA CON O SIN VÁLVULA COMO NO TOMEN MEDIDAS ESTARÁN TODOS USTEDES.

 

 

 

María Argentina Rey Fernández

Médico afectado de SQM

Presidenta de SQM-EHS GALICIA

 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

LO QUE DEBES SABER SOBRE LA EHS (ELECTROHIPERSENSIBILIDAD)

ELECTROHIPERSENSIBILIDAD   1.- INTRODUCCIÓN     En los últimos años se han introducido sin estudiar previamente sus efectos sobre la salud , nuevas tecnologías y aplicaciones de radiofrecuencias que suponen un reto para la medicina.     Estamos cada vez más expuestos en diversos grados en el hogar, el trabajo y durante las actividades de ocio a lo que se conoce como: CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA, combinación de campos eléctricos de baja y alta frecuencia (CE), campos magnéticos (CM) y campos electromagnéticos (CEM) .     Teléfonos inalámbricos, teléfonos móviles, ordenadores, tablets y un largo etcétera forman ya parte de nuestras vidas aunque desconocemos sus posibles efectos a largo plazo, a dosis bajas de exposición, pues no se investigaron antes de su introducción en el mercado y en nuestros hogares.     Las normativas de seguridad se han establecido de forma apresurada y no existe consenso sobre los posibles riesgos sobre la salud.     Las recom

LAS QUÍMICO GUERRERAS

LAS QUÍMICOGUERRERAS Dedicado a María Argentina Rey, Mercedes Alonso, a tod@s los socios de SQM-EHS Galicia, a todos los   colaboradores y a todas las asociaciones de enfermos que nos brindaron su apoyo, así como a aquellos médicos que sacan la cara cada día por nuestras enfermedades.   Érase una vez tres químicoguerreras… A ver, a ver… este cuento no puede empezar así. Necesita de una explicación : en tres puntos diferentes del extremo noroeste peninsular vivían tres mujeres, quedaría más literario decir “señoritas”, pero, quizás ellas siendo guerreras como son no se sientan identificadas con el término. Vamos a decir, en todo caso, “damas”. Sigo el cuento. Estas tres mujeres activas, dispuestas, luchadoras compartían, sin saberlo, un secreto. Eran distintas al resto de la sociedad. Entre sí no se conocían. Sabían que en el Mundo Contaminado en el que vivían había más personas como ellas: muchas mujeres y algún hombre, pero también invisibles. El secreto se mantenía bi